Esta es la décima publicación del xipblog.

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5. AEROPRESS.

El aeropress es muy popular entre los viajeros por ser irrompible y muy fácil de transportar y limpiar. Cuando viajo para impartir mis cursos de barista por toda España, el aeropress es mi compañero fiel. Con un molido manual, un buen café y el agua del hotel, puedo hacer por la mañana un buen café. Y así evito los cafés quemados con robusta, torrefactos y con sabor a carbón de los desayunos de bufet de la mayoría de los hoteles por España.

El nombre Aeropress viene de la presión del aire que empuja el café hacia abajo. El aeropress usa tres sistemas de infusión al mismo tiempo: el goteo, la inmersión y la presión. Por eso te permite jugar con todos los parámetros que influyen en la extracción del café.

Puedes usar agua a más o menos temperatura, moliendas más gruesas o finas, tiempos de infusión cortos o largos, y mayor o menor turbulencia (con la ayuda de una cuchara). Puedes elegir entre un filtro de papel o metal, incluso con agujeros de diferentes tamaños, que filtren más o menos sedimentos. El punto de molido puede ser un poco más fino que para goteo. El proceso consta de los siguientes pasos: 

Coloca el filtro de papel en el porta filtro, cierra el aeropress y ponlo sobre un vaso.

Limpia el filtro con agua caliente; así también se calienta el aeropress y el vaso.

Coloca 15 gramos de café molido en el recipiente.

Tara la balanza y vierte 200 gramos de agua.

Remueve con una cuchara para mezclar el café con el agua.

Cierra el aeropress herméticamente con el émbolo y espera 2 minutos.

Presiona suavemente el émbolo hacia abajo hasta que baje todo el café.

Retira el filtro y empuja el émbolo para quitar el poso.

                                                                                                                                                                  Fuente: Libro  “Al Grano”.

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